—Pasa, no te quedes ahí —me
acompañó al centro, a ver de cerca aquella colosal roca que llegaba casi hasta
el techo.
—¿Qué es?
—Es coris, el mineral más
caro del mundo y el más difícil de conseguir. Rados es el único país del mundo
que tiene minas de coris, y por tanto es su mayor fuente de riqueza. La última
gran guerra fue debida a la insuficiencia de recursos energéticos para todo el
planeta. Los países que contaban con ellos fueron atacados por los que querían
poseerlos, el número de bajas humanas fue tan grande que algunos territorios
jamás llegaron a recuperarse. Cuando Rados descubrió lo que podía hacer el
coris ocultó sus funcionalidades al resto del mundo, protegiéndose frente a
cualquier ataque. Por eso, cuando las normas te parezcan muy estrictas piensa
que es por tu seguridad, por la seguridad de todo Rados.
La miré esperando a que
continuara, aunque en realidad quería hacer un montón de preguntas ¿Por qué
estaba yo allí? ¿Qué se suponía que debía hacer?
—Supongo que estarás
preguntándote qué pintas tú en todo esto —me dijo en respuesta a mis
pensamientos, asentí—. Estas piedras no valen absolutamente nada en bruto, sólo
pueden usarse una vez talladas.
—¿Para qué se usan? —me
atreví a preguntar.
—Producen una energía mil
veces superior a cualquier otra fuente conocida. Estas piedras nos abastecen de
luz, dan movimiento a nuestras naves, producen el calor que disfrutamos en
nuestros edificios… Gracias a ellas Rados es un país totalmente independiente,
que no necesita comprar energía a otros países, esto nos hace autosuficientes.
—¿Y los demás países no
están interesados en adquirir coris?
—Su existencia es uno de
los secretos mejor guardados por el gobierno, tan sólo las personas que
trabajan en este edificio conocen su uso como fuente de energía. Jamás debes
comentar con nadie que no pertenezca al departamento lo que verás aquí, si lo
haces recibirás el máximo castigo.
—Entiendo, pero no
comprendo qué hago yo aquí.
—Este mineral tiene una
característica extraña que hace que no todo el mundo pueda manipularlo. En
bruto bastaría ejercer una pequeña presión sobre él para que se deshaga
convirtiéndose en polvo. Una vez tallado se vuelve duro y resistente, no
pudiendo ser troceado más que por otro de la misma clase.
Recordé aquella pirámide
que había hecho de niña y en que ya me había fijado en aquella característica,
aquel trozo de cristal a punto estuvo de destruirse entre mis manos.
Lulú siguió hablando:
—Si yo tocara una de esas
piedras la convertiría en polvo de inmediato, por eso estás aquí. Se ha
comprobado que tu tacto te permite moldear a antojo el coris, y las piezas no
sólo no sufren ningún daño, sino que consigues un tallado perfecto.