jueves, 17 de julio de 2014

Ella


Mientras  bebía el agua, Pepe  pudo observarla con detenimiento. Era bonita, y bajo ese delantal y esa ropa oscura se adivinaba un cuerpo femenino y esbelto. Su piel era blanca, y contrastaba con un pelo negro azabache que llevaba recogido en una trenza. La vio comprobando la mercancía, contando el número de botellas y tachando de la hoja de pedidos. Después le miró, y al ver que aún no se había marchado empezó a ordenar todo lo recibido en su sitio. Le indicó donde estaban las cajas que podía llevarse, llenas de botellas vacías, él las cargó en el camión y volvió a mirarla antes de irse.

Andrajos

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